27 de junio de 2011

EL INTI RAYMI O LA FIESTA DEL SOL

Existe muy poca información de los cronistas acerca del tema del IntiRaymi de los Incas, sin embargo son importantes los datos recogidos por: Cieza de León, Cristóbal de Molina (el Cuzqueño), Joseph de Acosta, Murúa, Guaman Poma de Ayala, Betanzos y Garcilaso de la Vega.

Pero indirectamente nos proporcionan información que nos permite intentar la reconstrucción de cómo fue esta fiesta dedicada a rendir culto al dios Apu Punchao Inca o el Sol de los incas, tomando en cuenta también la información que supervive en la mente de los campesinos actuales, y se observa entre los rituales que durante el año practican, en ceremonias dedicadas a sus dioses tutelares heredados de los Incas incluyendo las informaciones que nos alcanza la arqueología de los Inca.

A la fecha esta representación o puesta en escena de un guión documentado, se lleva a cabo en la Explanada de Saqsaywaman, y últimamente a sugerencia del autor, se incorporó como escenarios el patio del templo del Qoricancha y la misma plaza del Cuzco, o Haukaypata, para de esta plaza la comitiva real del inca, se traslada hasta la explanada de Saqsaywaman donde se ha instalado tribunas para dar facilidad a los visitantes y el publico local se instala en los alrededores ocupando sitios que pertenecen al conjunto arqueológico de Saqsaywaman, espectadores que sobrepasan a los 100.000.

Para el autor es cosa excepcional dar cuenta de un acontecimiento que lo viví desde el primer año que se puso en escena.

No es el momento, para detenerse y luego iniciar una crónica minuciosa de la historia propiamente del Intiraymi, sino por ahora presentar únicamente un pequeño resumen de lo que es a la fecha esta escenificación que siempre es recordada por todos los moradores de esta importante ciudad del Cuzco.

En esta oportunidad, debemos recordar a los dirigentes anónimos de Cuzco que organizaron y prepararon la primera escenificación de un acto teatral al aire libre como fue el llamado "DEFENSA Y TOMA DE LA FORTALEZA DE SAQSAYWAMAN" preparado y dirigido por un grupo de profesores y el tema central consistió en la escenificación de la toma de Saqsaywaman por los invasores españoles y la defensa que hicieron los indios, siendo los personajes centrales el Inca y Cahuide. (Personaje mítico), fue representado por el indio de Paruro Serapio Carrillo. Mas de Cien indios participaron en la tarea de defensa de Saqsaywaman y el custodio de las "Vírgenes del sol recluidas en algún lugar de la fortaleza. Perdieron la batalla los indios y Cahuide se arrojó de una parte alta de las Murallas.

El Inca y su comitiva representados por artistas del Cuzco, se hicieron presentes con trajes confeccionados por algún artista del grupo, y la Revista Mundial, editada en Lima dio cuenta de todos los números del programa de recepción a los visitantes que llegaron al Cuzco, en 1928 con motivo de la inauguración de varias obras del Gobierno del Presidente Augusto B. Leguía, que no pudo venir al Cuzco y fue representado por sus dos señoritas hijas.

Este número del programa de recepción, también contó con la presentación de danzas ejecutadas por los campesinos de Urubamba, como la danza de los Siqllas, Canchi de Sicuani y Mistiza Coya de Paucartambo. Al finalizar cada número la concurrencia premió con aplausos la actuación y organización de los diferentes números del programa. Y La revista Mundial de Lima, editó un numero extraordinario en el mes de diciembre de 1928, que es digna de nuestra colección.

Es muy probable que el doctor Vidal, presenció estos actos, en vista que nació en 1906 y a sus 22 años es posible que estuvo presente en Saqsaywaman participando como espectador, y este número de Saqsaywaman, habría impresionado a Vidal para que parte de su proyecto se encuentre inspirado y motivado suficientemente y lo ponga a consideración del Instituto Americano de Arte, que de inmediato lo aprobó, en vista que muchos de los socios del Instituto a aquella época pertenecieron a la generación de Vidal.
Como dice Juan de Betanzos en su capitulo XI, de su crónica Suma y Narración de los Incas. En la página 246,"Propuso de hacer esta casa del Sol...llamó a los suyos y a los señores del Cuzco, que allí consigo tenía y dijoles que quería edificar esta casa del Sol, y ellos le dijeron que diese la traza del edificio, y el Inca Yupanqui les dijo que la casa debía de ser edificada, porque él así lo tenía pensado".

"Y hecho esto...mandó el Inca Yupanqui, que viniesen allí los plateros que en la ciudad había...los mandó que hiciesen un niño de oro macizo y vaciadizo, que fuese del tamaño de un niño del altor y proporción de un niño de un año y desnudo. , Este bulto se tardó de hacer un mes, en cuyo mes hubo grandes sacrificios y ayunos.

Luego de tener el bulto del Sol, tuvieron que hacaaer el de la Luna que se le consideraba esposa del Sol, y ubicarlos en los recintos del Qoricancha. Terminadas estas tareas Inca Yupanqui ordenó a los sacerdotes su adoración y difusión del Culto al Sol, y su esposa mama killa, por t odos los confineds del Tawantinsuyo, juntamenete que la construcción de templos dedicados al culto del Sol, la Luna y los otros dioses.

Esto significaba señalar un mes para sus celebraciones, y se escogió el " setimo mes que responde a junio, se llamaba aucaycusqui Intiraymi , en él sacrificaban cien carneros (llamas) que decían que esta era la fiesta del Sol..."según las frases de Acosta. H.N.y M. de las Indias. Pág.269.

"Hase de advertir que esta fiesta, cae cuasi al mismo tiempo que el Corpus Christi" Acosta H.N y M de las I., pág. 269.

De esta manera podríamos seguir recogiendo referencias para reconstruir parte del Intiraymi, pero por el momento volvamos al resumen.

LA FIESTA DEL SOL

En todos los centros arquitectónicos importantes construidos por los incas, nunca pudo faltar el templo destinado al culto del dios Sol, edificios de piedra bien pulida como el caso de Qorikancha del Cuzco donde tenemos desde el muro de circunvalación hasta los recintos interiores con un fino acabado de cantería empleando la roca andecita de mejor calidad.

Este templo que estuvo en la primera fila para el saqueo por parte de los españoles fue debido que aquí se concentraban gran parte de las ofrendas de metales y tejidos finos que los indios ofrendaban a sus dioses, principalmente al dios Sol.

Se dice que las paredes tenían cenefas de laminas de oro, que fueron robadas por los españoles que sedientos de oro y plata ingresaron a todos los sitios sagrados y arrancaron de cuajo todos los adornos y ofrendas que en estos sitios como el Qoricancha existían salvándose únicamente aquellas ofrendas que fueron enterradas en los templos o sea en los patios de los centros construidos para culto a sus dioses, como el caso del Qoricancha donde al excavar el patio `principal hallamos muchas ofrendas de metal, y mullo que ofrendaron los sacerdotes.

Luego de los arreglos necesarios los recintos y el patio quedaban listos para las celebraciones, y cuando el Inca y su comitiva ingresaba, al Qoricancha se realizaba el saludo con el brindis de la Chicha especialmente preparada para estas festividades, siempre existían dentro de las costumbre indígena el uso de dos vasos o Queros. Con uno se brindaba, a la tierra y los dioses y el otro a los concurrentes a las ceremonias, costumbre que se mantiene hasta la fecha entre los campesinos.

El Bulto del Sol, que consistía en una escultura de oro habría tenido su lugar preferencial dentro del edificio, pero no tenemos documentación, porque se recoge dates que fue retirada antes que los españoles ingresaran al Qorikancha y puesta a salvo en algún lejano lugar. Representaba al dios Sol con todos los privilegios. Era posiblemente vestido con los tejidos más finos logrados por especialistas en tejido. Esto se documenta con los hallazgos del cerro el plomo en Chile y otras cumbres de cerros donde se han hallado tumbas con ofrendas del Dios Sol engalanado con finos tejidos. Este bulto o escultura del Sol estaba presente en todas ceremonias importantes.

A este dios estaban destinados los sacrificios de llamas y las ofrendas. En el Intirraymi de Cuzco, actualmente se hace un simulacro de ofrenda de una llama que no se sacrifica su vida. Es interesante el proceso y se ha documentado suficientemente en vista de que en muchas comunidades de campesinos, del sur del Perú, se sigue practicando el sacrificio de llamas

También según los testimonios de la crónica del cronista Guaman Poma de Ayala, muestra un dibujo indicando l manera cómo los sacerdotes incas extraían las vísceras de estos animales procediendo la apertura del cuerpo por un costado de la llama (Chillanmanta) introducían la mano y arrancaban el corazón latiendo del animal, luego los pulmones que eran inflados por los sacerdotes, para luego a través de las manchas sangre el sacerdote hacía sus pronósticos para el Inca y el Tawantinsuyo. Un año pretendí darle realismo a esta parte de la escenificación matando la llama, por ahí surgió la sociedad protectora de animales oponiéndose al acto, por ello se sigue haciendo el simulacro de sacrificio.

Ceremonias similares hacen los campesinos, hoy, pero en la celebración de la fiesta del Sol, algunos cronistas mencionan que eran decenas de llamas las sacrificadas. Otra parte de la celebración del Intiraymi consistía en la ceremonia del fuego nuevo. Esta parte de la ceremonia consistía cumplir la orden del Inca de apagar el fuego en todos los fogones del Cuzco y alrededores con el propósito de encender el fuego nuevo, que era obtenido a través de una chipana o espejo cóncavo de oro y con l superficie muy brillante, que permitía concentrar los rayos del Sol y luego al reflejarlos sobre un poco de lana de camélido, encender una llama que luego al soplar estaba listo el fuego que era repartido desde una fogata, instalada a un costado del Usno, en la plaza de Haukaypata, de allí llevaban el fuego a todos los fogones. Esto en razón que las cocineras son expertas no sólo en cocinar sino también en guardar el fuego entre las cenizas, como lo hacen hasta hoy los indios que viven en sitios alejados de los centros urbanos, donde los fósforos hoy les resuelve el problema. Esta parte de la ceremonia del fuego nuevo nunca se ha realizado en la escenificación del Inti Raymi de Cuzco, se ha hecho el simulacro de encender el fuego con un encendedor, luego se traslada el fuego a una cantidad de paja amontonada que se enciende. De allí se hace el simulacro de repartir el fuego, por los cuatro suyos.

El personal que participa en estas escenificaciones consta de un agrupamiento de 90 soldados del cuartel del ejército peruano, acantonado en Cuzco que representaran a los soldados del inca, trajes, algo parecidos a los que el cronista Guaman Poma, los dibuja, portando cada soldado un escudo de cartón pintado y en la otra mano un arma, un palo con una estrella de madera. Completando la vestimenta de soldado con sandalias de jebe y casco que es una especie de gorro. Un contra sentido total, porque en las ceremonias incas no participaban los ejércitos, y con el objeto de militarizar la ceremonia se introdujo desde un comienzo un grupo de soldados disfrazados de soldados inca. Hasta hoy con el objeto de aumentar el número de personajes se sigue contando con soldados. Ninguna documentos del siglo XVI certifica que participaban soldados.


Forman parte de la comitiva del Intiraymi, 25 parejas de mujeres que representan a las ajllas, en los documentos tampoco se dice que participaban las ajllas. Estas señoritas eran disfrazadas con vestidos a las rodilla, pero cuando estuvo a nuestro cargo el asesoramiento, diseñamos vestidos hasta los tobillos, contando para ello a los gráficos de Guaman Poma y dibujos que se representan en la cerámica Inca. Para enriquecer la escenificación se introdujo el anda para el Inca, de igual manera para la esposa o coya, que dígase de paso no participaba en este tipo de ceremonias, que eran representados solo los hombres. Personaje mudo que no dice nada dentro del guión y que podía muy bien suprimirse.

Obligatoriamente, participaban los sacerdotes, Wirapiricuq, que sacaba de las entrañas del animal sacrificado las vísceras, el Kallpa Rikuq, pastor de las llamas destinas de los sacrificios, Tarpuntay el sacerdote encargado de cortas con su Tumi o cuchillo sagrado las `parte del cuerpo de la llama que será sacrificada el Willaq Uma, supremo sacerdote que se encargaba de hacer los vaticinios en las vísceras de las llamas. Y participarle al Inca las buenas o malas noticias.

La entrada del Inca a la plaza del Haukaypata o a la Explanada de Sqsaywaman estuvo siempre presidida por un grupo de ajllas que rociaban flores y acompañadas por los Pichaq, hombres que se encargaban de espantar con escobas de paja a los malos espíritus que podrían haber en el camino. El inca en todas sus actuaciones al aire libre, se muestra en los documentos que siempre era acompañado por su kumillo, o jorobado enano que portaba la Achiwa, especie de paraguas o sombrilla hecha de plumas de colores.

El Intyiraymi, no se celebraba un solo día sino durante varios días, unos días el Inca y sus sacerdotes y nobles esperaba la salida del sol en el Qoricancha y otros días encima del Usno de la Plaza de Haucaypata.

El inca antes de subir al Usno tenía que pasar por alfombras de flores y tejidos de fino acabado que se extendían para que el Inca caminara.

El Inca para estas ceremonias era conducido en andas, portando su manto que hacía de capa, y que hasta la fecha no se ha encontrado ninguna muestra sino que se tiene inventar la forma y los adornos el bastón de mando lo deja antes de subir al Usno, en manos de los kumillos, y luego los sacerdotes y personajes participantes inician canciones destinadas a saludar al Inca y al Sol, y los músicos a ejecutar melodías para el Sol. En cuanto al Unku o camiseta del Inca, si se ha encontrado en museos ejemplares que sirven de modelo para confeccionar el Unko o camiseta del Inca, como pectoral llevaba uno fabricado de plumas de aves de colores, y en la cabeza la borla imperial atada a la mascapaycha, fabricada de oro, que colocaba en la frente.

Durante los pasajes de la ceremonia el Inca va brindando con chicha, servida en dos aquillas o vasos de oro, uno para el Sol y otro vaso para el Inca, y otras veces un vaso para el Inca y el otro para la pacha mama o madre tierra, haciendo mención a los Apus o dioses de la tierra, como el Ausangati, Wanakauri, Pachatusan, Salkantay y Saqsaywaman.

La ceremonia del Sanku, o harina de maíz tostado, que se llevaba a esta ceremonia para hacer comulgar a todos los sacerdotes y el inca que había guardado ayuno, o Kasiy.

El maíz considerado una gramínea de vital importancia para el sustento de los pobladores incas y preincas, fue deificado y considerado como elemento sagrado y por lo tanto en todas las ceremonias de ofrenda a la tierra siempre tiene que estar presente, una mazorca de maíz y hasta la reprodujeron en piedra, como esculturas representativas dentro de la ideología andina.

Luego de todas las ceremonias el inca ordenaba el retiro de todos de encima del Usno, así continuaban las ceremonias durante el mes de junio.

Luis Barreda Murillo