La Iniciadora de las Marchas evocativas fue la Federación
Gaucha Jujeña fundada el 25 de Mayo de 1945; en 1981, la Comisión Directiva de
la Federación Gaucha Jujeña cambió de denominación por la de Asociación Gaucha
"Éxodo Jujeño", entidad comprometida con la defensa de la historia y
nuestras tradiciones.
En 1955 uno
de los socios fundadores don Enrique Walter López Salgado “Chichi” recibió la
sugerencia de su madre, doña Emerita
Salgado, de realizar una marcha
evocativa en homenaje al Éxodo Jujeño. Junto a otros socios como don Mario "Mataco" César Iturbe,
don Abel "Chiquito" Aguiar y
don Misael Soria, se realizaron reuniones,, invitaciones y gestiones para llevar a
cabo esta idea. El 22 de Agosto de 1955, en las playas de Río
Chico, o Xibi- Xibi se dramatizó la quema de la ciudad arrasada y el canchón de
Vialidad de la Provincia de Jujuy, fue el sitio elegido para iniciar la marcha.
Allí se congregaron, en su mayoría, los socios de la Federación Gaucha Jujeña,
sus familiares y amigos. Mujeres y
hombres de todas las edades, vestidos con atuendos de época, iniciaron el éxodo
en carretas tiradas por bueyes, en caballos y a pie; llevando hatos, enseres y
animales. Durante la presidencia de "Mataco" Iturbe en 1957, se
realizó una reunión con miembros de la comisión directiva en la Municipalidad,
convocada por el entonces intendente Horacio Calvó con la finalidad de obtener
apoyo oficial para la realización.
Se logró conseguir todos los elementos con la
colaboración de otras agrupaciones gauchas, como la de San Antonio, y con el apoyo de los miembros de la comisión directiva
y de los asociados.
Monseñor Germán Mallagray asesoró sobre aspectos
históricos y monseñor José Gottau prestó
los hábitos para representar al canónigo Gorriti. Autoridades de la Guarnición
Militar de Jujuy y de la Policía de la provincia facilitaron los enseres y
elementos para la representación de las tropas. La familia Agostini y otros
asociados como la Familia Burgos Carenzo, Javier Cazón y Julio Carlos Burgos pusieron
a disposición carruajes, bueyes, mulas y caballos. Don Arturo Burgos llevo en
una carreta a la Virgen que luego acompañaría a todas las marchas. Algunos carros
fueron transformados en carretas en las
márgenes del Xibi-Xibi, allí se mojaron los cueros y las cañas, que habían sido
provistas por La Mendieta. Los dueños, de
los bueyes pusieron como condición para prestar los mismos que fueran manejados por sus boyeros. Como anécdota
se puede mencionar que un grupo de
asociados consiguieron convencer a un
grupo de burreros que llegaban del Norte con sal y pellones de ovejas y llama
para permutarlos por harina y maíz, que acampaban en las playas del río Grande, que se uniesen a la
marcha.
Se incorporó a la evocación, una réplica de la Bandera
de Nuestra Libertad Civil- que aún conserva la institución- cuya confección fue
realizada por la señorita Garniers, profesora de pintura, que fue colocada en
la carreta Insignia. La marcha se realizó bajo una total oscuridad,
llevando como única iluminación en las carretas faroles con velas
El 22 de agosto de 1957, desde los terrenos
ubicados sobre avenida España y acceso a Ciudad de Nieva, partió la caravana
bajando por España, Alvear hasta Senador Perez y luego por San Martín, pasando
frente a la Intendencia Municipal, en donde el intendente s ofreció un brindis.
Posteriormente continuaron su recorrido hasta Casa de Gobierno, donde
depositaron una ofrenda floral en el Salón de la Bandera y luego prosiguieron la
marcha hasta completar dos vueltas a la plaza, para desconcentrarse luego en el
canchón de la Policía.
Durante la marcha por la plaza las campanas de la Catedral repicaban, accionadas por el sacristán Marcial.
Durante la marcha por la plaza las campanas de la Catedral repicaban, accionadas por el sacristán Marcial.
Este evento quedó registrado para la posteridad por
alguna que otra cámara fotográfica. En la
actualidad se cuenta con el apoyo de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy
para su organización y de toda la
comunidad.
Fotos Gentileza de la Prof. Nora Burgos