17 de septiembre de 2012


DÍA DEL PROFESOR

17 DE SEPTIEMBRE DE 1894 MUERE JOSE MANUEL ESTRADA.

Su acción y su pensamiento lo erigieron en el arquetipo del dirigente católico argentino. Concibió a la educación como un instrumento para transmitir los deberes y derechos de los ciudadanos.
José Manuel Estrada (1842-1894) fue historiador, profesor en colegios secundarios y en la universidad porteña y escritor. No obstante su recuerdo sobrevive como un orador elocuente. Desde muy joven inició una prédica a favor de la libertad y la democracia a través de publicaciones periodísticas. La historia fue para Estrada una gran pasión y extrajo de ella enseñanzas morales y republicanas. En 1873 fue nombrado profesor de Historia e Instrucción Cívica en el Colegio Nacional de Buenos Aires, siendo la primera vez que se dictó esta materia en el país. El decreto que estableció esta cátedra disponía como texto de la asignatura la exposición de la constitución de los Estados Unidos, Estrada al inaugurar la cátedra trazó un programa adecuado tomando como base la Constitución Nacional y se ocupó de la organización política requerida por nuestra Carta Magna, de los deberes y derechos que este código fundamental prescribe y garantiza a los ciudadanos argentinos. En 1876, pese a que carecía de título universitario fue designado profesor de Derecho Constitucional, ya que fue uno de los precursores de la historiografía argentina cuando esta todavía no asumía contornos científicos, y dictó cursos que sus contemporáneos consideraron notables. En su militancia política, encabezó la oposición de los grupos católicos a la política liberal de Julio A. Roca lo que determinó su destitución de la cátedra universitaria. La juventud estudiantil que protestó indignada por la destitución llegó en manifestación hasta la casa del maestro, quién dijo frases recordadas en la posteridad como "…de las astillas de las cátedras destrozadas por el despotismo, haremos tribunas para enseñar la justicia y predicar la libertad".
Este educador nato se desempeñó como Jefe de Departamento de Escuelas de Buenos Aires. Para Estrada la función de la educación consiste en el arte de adaptar al niño y al adolescente a la sociedad en la cual debe vivir. "La educación discretamente organizada y copiosamente distribuida es el único medio de modelar en la República Argentina la personalidad del ciudadano y de adaptar los elementos sociales, tomados en su capacidad colectiva, al tipo de instituciones libres cuyo resorte es la aptitud universal para el gobierno propio". Si bien Estrada fue el defensor por antonomasia de la educación religiosa en escuelas y colegios, y postuló la libertad de enseñanza, no quiso universidades en manos privadas. Al discutir sobre dicha libertad en la Convención Constituyente de la provincia de Buenos Aires, en 1871, apoyó el artículo 38 del proyecto de Ley de Educación, que contenía una declaración a favor de la libertad de enseñar y aprender, "que no podrá ser coartada por medidas preventivas". Al llegar el momento de referirse a las universidades, Estrada afirma que no puede haberlas particulares, pues las considera "compañías de comercio" de propiedad de individuos o sociedades colectivas cuyo fin es el lucro. Y las presupone un privilegio de las clases adineradas.
Su apariencia austera impidió conocer la bonanza económica de Estrada, con bienes provenientes de la fortuna de su bisabuelo, el virrey Santiago de Liniers. Desempeñándose como ministro argentino en el Paraguay, murió a los 52 años.









     Dionicia Ines Aparicio